En la década de 1960,se gestaba un sueño tal vez osado, atrevido para entonces: resignificar desde una perspectiva artístico-pedagógica, los importantes conocimientos de grandes maestros que marcaron caminos en el arte del Movimiento. Sus ideas y metodologías, para darles una identidad propia.
Una de las principales protagonistas de esta historia es la Maestra Lola Brikman. Docente y coreógrafa, pionera y siempre a la vanguardia, quien logró junto a su equipo organizar y oficializar el Profesorado de Expresión Corporal, nacido en 1983.
Este Profesorado, a lo largo de su trayectoria, ha ido nutriéndose de los aportes de diferentes disciplinas, actualizándose permanentemente para brindar una formación sólida tanto en los conocimientos específicos como en las actitudes y habilidades que hacen al buen docente e intérprete de la escena y coreógrafo.
Hoy, Con más de miles egresados, el Centro de Educación Corporal, instituto (subvencionado por el Estado) pionero en la formación de profesionales orientados al Arte Expresivo, sigue liderando el mercado educativo en Ciudad de Buenos Aires.
Las nuevas normas laborales que impone la globalización, junto a las actualizaciones en nuestras metodologías educativas, llevan a CEC, a seguir incursionando en la formación de profesionales del rubro, dando además especial énfasis a la inclusión y accesibilidad. Todos los estudiantes, sin importar sus discapacidades, pueden formar parte de nuestra Comunidad Educativa, diseñando así, una nueva perspectiva en el perfeccionamiento y profesionalización del rubro artístico.
Al unir la teoría con las continuas prácticas profesionalizantes en cada cuatrimestre, capacitamos a nuestros estudiantes mediando los conocimientos en el aula y también en campo laboral.
¿Qué es la expresión corporal?
Es una disciplina que se basa en la comunicación con uno mismo, con los otros y con el entorno a través del lenguaje corporal y del movimiento, expresando sensaciones, emociones, sentimientos, ideas, valores, pensamientos, creencias, atendiendo también a nuestra intuición. Siempre respetando al medio circundante que habitamos. Está enmarcada en los lenguajes del arte y esencialmente en el desarrollo del sujeto. La comprensión de estos lenguajes permite interpretar y apreciar el mundo, vinculando las producciones estéticas y culturales con los hechos sociales de diferentes contextos y épocas.